Buenas:

La hitoria que os voy a contar para estrenar mi blog bien podría haber sido sacada de la extravagante vida de uno de esos personajes llamados comúnmente frikis en televisión, como los que entrevistaba un tal Cárdenas en Crónicas Marcianas, pero no es así. Lo que voy a relatar es sencillamente lo que hice para poder encontrar una pieza que necesitaba para completar mi tutorial, ése que aún está en construcción, y que trata de una simple modificación de la tapa del UMD de la PSP.

Por exigencias del guión yo trabajo vestido de traje, ese disfraz social que tanto aparenta, pero que esconde más que muestra ;) por esa razón, resulta extraño imaginarme a mí, que aunque no me conocéis personalmente soy un tipo más bien normal de 36 años, con una vida normal, con unas aficiones normales, con un calibre en la mano en el departamento de cosmética femenina de "El Corte Inglés" midiendo las tapas de los botes de sombra para ojos, de coloretes y demás potingues XDD para conseguir mi más preciado tesoro, una circunferencia de plástico transparente de 52 milímetros de diámetro. Os preguntaréis por qué se me ocurrió una idea tan extraña, ¿verdad? pues se lo preguntáis a mi mujer, que me dio la idea.

Las dependientas, lejos de intentar entender mi incómoda situación me miraban como se miraría a uno de esos frikis de la tele, entre la admiración (porque hay que tener falta del sentido del ridículo) y la más absoluta perplejidad. ¿Qué c*****s hace este perturbado? se preguntarían ellas en su idílica situación de vendedoras de belleza para damiselas... ¿de dónde ha salido éste? ¿será una cámara oculta? ¿se sentirá solito? ¿se creerá que liga así?

Pues bien, al final, tras más de veinte minutos de búsqueda incesante, tras más de cincuenta o sesenta mediciones (los hay de todos los colores y tamaños y marcas, os podría escribir un libro, es fascinante... jamás hubiese imaginado semejante complejidad del mundo interior femenino) encontré lo que buscaba, una maravillosa tapa transparente de un bote de la marca Margaret Astor de sombra de ojos, en unos bellísimos tonos ocre (ahí es nada). Era irreal, pero perfecto, un momento emocionante, ante tanta belleza sólo podían salir de mi boca dos palabras: gracias calibre... mientras una lágrima recorría mi mejilla. 52 milímetros y tres décimas, transparente, y con una florecilla en medio de la tapa, ¡qué gozo!

Era mi logro, entre tanta variedad y confusión encontré la respuesta: Margaret Astor entiende y atiende a la Scene, para que ésta pueda seguir dando sus frutos.

Gracias a todos que seguro que apoyáis y entendéis mi arriesgada labor XDD

A los que dudáis de mí, os digo, estoy aquí, sobreviví... salu2