Durante estos últimos días, he sido testigo al igual que la mayor parte de los integrantes de la Scene en PSP, de la generalizada frustración ante la imposibilidad vigente para desarrollar un método de hackeo para las más recientes placas. Además de la tristeza que conlleva, esta frustración latente ha derivado en expresiones de descrédito hacia el futuro de esta Scene en particular. Hoy por hoy, existe incertidumbre y desesperanza, y el ansiado consuelo de la "liberación" pareciera que nunca llegará.

Los que tenemos acercamiento a las distintas Scenes, e incluso, los que conocemos la historia de la Scene en PSP, sabemos que esta es una historia cíclica que se repite una y otra vez. Tal vez en el caso de la PSP, el golpe ha sido más contundente, dado que hemos entrado en el estancamiento, justo después de experimentar un climax donde todo era posible.Probablemente la avanzada especialización de la Scene en PSP y su ascenso meteórico como en pocas consolas se haya visto en tan poco tiempo, no nos prepararon para este periodo obscuro. Si el desarrollo de esta Scene en particular hubiere sido más paulatino, posiblemente no tendríamos tanta reticencia ante los obstáculos, e incluso mucho de lo que hemos avanzado, sería aún un camino por recorrer.

No perdamos de vista, que la vida comercial de la consola no ha terminado. Que los mejores títulos disponibles para PSP se encuentran por venir y que cada vez más usuarios poseen PSP's que en este preciso momento no son hackeables. La fortaleza de la Scene proviene de cada uno de sus integrantes, que somos una inmensa cantidad de individuos. Debemos renovar la confianza en nosotros mismos, y creer en la potencialidad de este contingente masivo que carece de nacionalidad y de ánimo de lucro;y que exalta los mejores valores del ser humano como son el esfuerzo, el trabajo y la solidaridad.

Sólo esta derrotado aquel que ha dejado de luchar, y la Scene de PSP lucha todos los días. Volvamos a apostarle al talento de la Scene y les aseguro que sólo es cuestión de tiempo, para que retribuya nuestra confianza y vuelva a sorprendernos.